A pesar de mis ganas de conocer Perú, no he conseguido salir de Lima en el mes que he estado aquí. La actividad frenética de esta gigantesca ciudad te atrapa en la maraña de amistades y relaciones académicas.
Un día normal.
Me levanto cuando el sueño me lo permite. No hay persianas ni calefacción, pero sí una humedad heladora. Salgo como siempre sin desayunar, y agarro una combi (improvisadas furgonetas privadas que sirven como único medio de transporte público por el módico precio de medio euro). Mi Univesidad queda en la otra punta de la ciudad, recorro 16 kilómetros en una hora, o algo más si hay tráfico. Varios de los barrios que cruzo, incluido el centro de Lima, son de los más pobres de la ciudad. Pensaba recorrer la última parte andando, pero todo el mundo me ha advertido que llegaría sin mochila ni cartera. Lástima.
Me levanto cuando el sueño me lo permite. No hay persianas ni calefacción, pero sí una humedad heladora. Salgo como siempre sin desayunar, y agarro una combi (improvisadas furgonetas privadas que sirven como único medio de transporte público por el módico precio de medio euro). Mi Univesidad queda en la otra punta de la ciudad, recorro 16 kilómetros en una hora, o algo más si hay tráfico. Varios de los barrios que cruzo, incluido el centro de Lima, son de los más pobres de la ciudad. Pensaba recorrer la última parte andando, pero todo el mundo me ha advertido que llegaría sin mochila ni cartera. Lástima.
La Universidad Nacional de Ingenería es la madre de las universidades peruanas, pero tiene el aspecto de no haber recibido ayudas desde hace 20 años. Para llegar a ella debo cruzar un puente, como el de la escuela de Madrid, sólo que el paisaje desde éste es algo diferente.
Foto desde el puente. Atasco frente a la puerta de la UNI. La gente espera a los micros de esa guisa.
La universidad se colocó en esa zona de la ciudad para tratar de ser un foco de cultura y mejorar su situación. La realidad es que los barrios aledaños siguen igual o peor, y parecen haber afectado a ésta.
Allí he econtrado todo tipo de libros muy curiosos en torno a la cultura y la arquitectura peruanas, que me servirán de inspiración en mi proyecto.
Ya de vuelta a mi barrio, Miraflores, todo es diferente. Allí la gente sonríe y vive ajena a la realidad miserable del país, con un lujo a menudo superior al que estamos acostumbrados en Europa. Estoy preparando una pequeña reflexión de Lima para 'paisaje transversal'. Las abismales diferencias dentro de la ciudad son sin duda lo más llamativo ésta.
Pero es viernes noche, así que me voy a tomar un piscosour en una terraza con vistas al mar.
Pero es viernes noche, así que me voy a tomar un piscosour en una terraza con vistas al mar.
Coloridos bares rodean mi casa.
interesante reflexión, podrías darle un poco de color a este blog y poner más fotos!!! de la selva!!!pasalo mu bien guapo
ResponderEliminar...q bien suenan tus historias, aunq pierden el saborcillo q tenían esas cartas de hoja de cuaderno del cole...
ResponderEliminartu casa es increible! cuando dicías que fuera?
Un beso!
muy literario, yo ya toy en azores, bien aunque hoy me acaban de comunicar que no me conceden la ultima beca que pedi, una lastima, saludillos
ResponderEliminarya colgaré más fotos, pero en picasa o así. cuando haya más cosillas daré la dirección.
ResponderEliminaraupa ramis. siento mucho lo de la beca, cuando te den el nobel podrás menospreciar a los bancos en tu discurso.
anuska, estás invitadísima al perú. siento no haberme despedido de ti. un besazo!
muchas gracias a todos por vuestros comentarios.