Aprovechando la boda (o 'matri' como dicen acá) de Chade, vinieron hasta tierras incas buenos amigos de Madrid. Con ellos compartí un intenso viaje recorriendo el sur del país. Es el itinerario más turístico y por eso es llamado la ruta 'gringa'.
El volcán Misti, de casi 6 mil metros de altura vigila de cerca la segunda ciudad más grande de Perú.
Visitamos la luminosa ciudad blanca: Arequipa, el vasto pero concurrido cañon del Colca (segundo más profundo del mundo) y serpenteamos por el desierto de la costa norte entre los desfiladeros y el Pacífico.
No hay nada más azul en el mundo que el cielo, los tejados y el lago de Puno.
El lago Titicaca, el más alto del mundo (también el más frío) baña Puno, capital del altiplano peruano. Embarcados en botes turísticos conocimos sus islas superpobladas de turistas. Sorprendentes, no obstante.
La ciudad inca que se esconde en el punto de encuentro de los Andes y la Amazonia. Digno de Indiana Jones.
Finalmente nos dimos un garbeo por Cuzco, Pisaq y Machu Picchu, como no.
No es para tanto... pero venid a verlo.
Yo, voy a volver.
La tropa casi al completo en Cuzco. Todos menos Shadia. Y mi cara tras 15 horas de cama y algunos ratos agarrado a la taza del water.
Agradecimientos a Ale por las fotos, y a Ramiro por incentivar el blog, jeje.
miércoles, 30 de septiembre de 2009
sábado, 19 de septiembre de 2009
huayllay_bosque de piedras
En mitad de la puna peruana, a más de 4.200 metros de altitud, existe un territorio lunar de formaciones geológicas muy curiosas. En cientos de kilómetros a la redonda apenas crece vegetación más alta que los hierbajos que se ven en la foto, pero aquí hay un bosque, 'el bosque de piedras'.
La puna es un paisaje árido e hinóspito en el que sobreviven millones de peruanos. Mucho frío bajo un sol abrasador.
Lo conocí gracias a dos buenos amigos Manu y Solana. Que junto a la aventurera Lara eligieron este recóndito paraje de los Andes para hacer lo que más les gusta, subirse a piedras de formas raras. No se me ocurre mejor lugar.
La puna es un paisaje árido e hinóspito en el que sobreviven millones de peruanos. Mucho frío bajo un sol abrasador.
Lo conocí gracias a dos buenos amigos Manu y Solana. Que junto a la aventurera Lara eligieron este recóndito paraje de los Andes para hacer lo que más les gusta, subirse a piedras de formas raras. No se me ocurre mejor lugar.
Solana haciendo bloque en la casa del caracol.
Allí pude pasar unos días tratando de subirme no muy alto a las vertiginosas paredes, comiendo roedores y cabalgando entre el ichu y las rocas. Un lugar muy recomendable para los amantes de la tranquilidad, preguntad por Alcibíades.
Marlboro Country
martes, 8 de septiembre de 2009
brasil_sao paulo + rio
Los días van cambiando de color.
Tras los primeros meses de encierro en Lima he pasado todo agosto conociendo algunos rincones de la vasta geografía sudamericana.
La coincidencia de cuatro amigos de contextos distintos me llevó irremediablemente a Brasil.
Pasé unos desconcertantes primeros días en Sao Paulo, la París del hemisferio sur. Ventiocho millones de personas viviendo en torres vertiginosas con calidad de vida europea.
Arquitectura lecorbuseriana mastodóntica por todo Sao Paulo y el centro de Rio.
Después nos dejamos llevar por la magia de la antigua capital. Açaí y cachaça en una lujosa ciudad de ensueño, que vive a espaldas (al otro lado de las montañas) de la inmensa mayoría mísera de las favelas de 'Ciudad de Dios', la auténtica Rio de Janeiro.
Jeff, Andreu y el puente de Rio a Niteroi.
Me presento, para el que aún no me conozca.
El Corcovado desde el Pan de Azúcar.
Tras los primeros meses de encierro en Lima he pasado todo agosto conociendo algunos rincones de la vasta geografía sudamericana.
La coincidencia de cuatro amigos de contextos distintos me llevó irremediablemente a Brasil.
Pasé unos desconcertantes primeros días en Sao Paulo, la París del hemisferio sur. Ventiocho millones de personas viviendo en torres vertiginosas con calidad de vida europea.
Arquitectura lecorbuseriana mastodóntica por todo Sao Paulo y el centro de Rio.
Después nos dejamos llevar por la magia de la antigua capital. Açaí y cachaça en una lujosa ciudad de ensueño, que vive a espaldas (al otro lado de las montañas) de la inmensa mayoría mísera de las favelas de 'Ciudad de Dios', la auténtica Rio de Janeiro.
Jeff, Andreu y el puente de Rio a Niteroi.
Me presento, para el que aún no me conozca.
El Corcovado desde el Pan de Azúcar.
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